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Con la muerte en los talones

"A veces la verdad es amarga como la hiel"

Con la muerte en los talones, cuyo título original es North by Northwest (1959) es sin duda una de las películas más laureadas por público y crítica de Alfred Hitchcock. En realidad esta película tiene varios puntos fuertes; el primero evidentemente es el guión de Ernest Lehman, ya que los diálogos son frescos (y con los años no han perdido un ápice de dinamismo), con momentos de humor y sobre todo con mucho contenido (incluso conteniendo pequeñas puñaladas al antiguo productor de Alfred Hitchcock; ya que en el momento en que Eve y Roger se encuentran en el tren y este saca una caja de cerillas con las inciales de su nombre, ella le pregunta “¿qué significa la “O” de las iniciales de la caja de cerillas? , y el responde que “Nada” haciendo clara referencia al apellido de su antiguo colaborador. Al menos esto es lo que cuentan las malas lenguas sobre este momento del diálogo, que a priori parece descontextualizado en el momento de ver la película).

En segundo lugar el reparto de actores con Cary Grant por supuesto, pero destacando y brillando con luz propia como de costumbre Eva Maria Saint, que da vida perfectamente a un personaje tan dual como el de Eve.

En tercer lugar destacar lo perfectamente hilvanado que está el argumento, en el que los personajes ficticios toman vida, y los reales se difuminan en esa vorágine de mentiras “arriesgadas” donde la verdad se encuentra escondida en los más recóndito de algún despacho de la CIA.

Y por último la fotografía de Robert Burks del que recuerdo el gran trabajo realizado en Extraños en un Tren, otra gran película a recomendar.

Con la muerte en los talones, al contrario que otras películas de suspense de Alfred Hitchcock tiene un componente humorístico indudable aunque no por ello pierde su carácter sombrío, lo cual hace de esta película una verdadera joya. Aunque bien es cierto, que tiene detalles de total inocencia y poco creíbles, pero que son perdonables y casi pasan desapercibidos en la montaña rusa de emociones que supone esta película. La intriga nos sumerge y nos embauca fácilmente. Es intrigante, emocionante y con una gran puesta en escena, por no hablar de las grandes interpretaciones de los dos actores protagonistas.

El argumento es sencillo ya que se trata simplemente de un ejecutivo del mundo de la publicidad, Roger O. Thornhill, que es confundido a causa de un malentendido con un agente del gobierno llamado George Kaplan por una organización de espionaje. Secuestrado por tres individuos y llevado a una mansión en la que es interrogado, consigue huir antes de que le maten. Cuando al día siguiente regresa acompañado de la policía, no hay rastro de las personas que había descrito, y es tomado por borracho y loco.

Así que si alguno de los que frecuentemente visitan este blog tiene una tarde de aburrimiento le recomiendo que le de una oportunidad a esta película que si bien peca de inocencia en algunos aspectos, rara vez puede dejar indiferente.

 

 

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