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mientrashayaluz

La desinformación sobre la huelga general

La desinformación sobre la huelga general

Una vez pasada la huelga general quedan muchas preguntas en el aire y no siempre son las mismas que las  planteadas por los periodistas de pacotilla que coinciden  en sus análisis de mercadillo, ya sea de un signo o de  otro.

La gran pregunta que yo me planteo es qué interés real había entre los periodistas en por un lado señalar el escaso seguimiento de la huelga (centrándose en una serie de centros urbanos y en otros no) y por otro señalar sólo los incidentes más violentos.

Nada se supo del 90% de seguimiento de Asturias, nada se supo de las manifestaciones multitudinarias en  muchas ciudades españoles sin incidente alguno, ningún periodista se acordó de los servicios mínimos impuestos por decreto en la Comunidad de Madrid al hablar de la normalidad de los servicios de transporte, nada se supo de otras ciudades y su seguimiento de la huelga que no fueran Madrid centro, Barcelona (por sus incidentes) o Bilbao…fuera de la información quedaron ciudades como Vigo, Gijón, Coruña, Tarragona… etc

Para cualquier personas que estuviese viendo la televisión ese día, la idea que le quedó es que la huelga fue un fracaso y que la gran parte de la gente que la siguió fue bajo coacción. Cuando en la industria tuvo un seguimiento del 80%, no así la hostelería y el comercio, pero estos dos sectores tienen unas particularidades que los hacen especiales y que requerirían un análisis más profundo.

Toda la información proporcionada por todas las plataformas mediáticas (unas para desacreditar a los sindicatos, otras para no apuntalar el declive del gobierno)  sirvió de comparsa de los grupos de ultraderecha que estuvieron haciendo una acoso demencial contra las dos principales centrales sindicales (con argumentos bárbaros que calaron en partes de la sociedad no menos bárbara) que reclaman paradójicamente que el sindicalismo debe “modernizarse”, afirman además   que no representan a nadie, o hablan de que viven del cuento…eso es lo que quieren que creamos. Nos hablan de una relación más directa entre trabajador y patrón, para que cada uno negocie sus condiciones (una negociación de por sí imposible porque para que una negociación de frutos las dos partes han de partir con la misma porción de poder decisorio, algo que en una relación laboral entre jefe y subordinados es imposible).

Podemos estar de acuerdo o no, que la huelga ha tardado, que se debió de hacer antes, o podemos argumentar a favor o en contra de la reforma laboral, pero lo que no es ni legítimo ni de recibo es escuchar de gente como Jiménez Lozanitos decir que las sedes de UGT y CCOO debían ser clausuradas por orden de Rubalcaba, o a otros medios hablando de cruceros de lujo y de dineros turbios.

Hay que defender la democracia, no podemos permitir que un instrumento básico de la libertad de expresión sea atacado de forma tan directa y perversa. Tenemos que reflexionar y pensar qué intereses se esconden detrás de una campaña mediática tan nefasta y sobre todo pensar quién estaba interesado en mostrar de la huelga la peor cara o el fracaso absoluto…¿Por qué?

4 comentarios

mientrashayaluz -

El hablar de huelga general como concepto caduco es una falacia. En Francia por ejemplo las huelgas generales siguen teniendo vigencia, así como en Grecia, que son los países que más próximos en cuanto a convocatorias de huelga general.

Por otro lado cuando hablaba de la Precarización quizás no me explique bien, en un contexto de crisis la gente tiene un miedo terrible a perder el trabajo y es en entornos como cafeterias y restaurantes, pequeño comercio donde los jefes pueden permitirse decir "como vayas a la huelga pasado no vengas" donde muchas veces los trabajadores o bien son inmigrantes o bien no tienen ni contrato ni seguridad social. El argumento que estás usando al final acaba siendo el mismo que los "intereconómicos" es decir cambiar el modelo sindical a uno más "light", menos combativo, más de trabajadores de "guante blanco" que se aburquesen y que no salgan a la calle a montar bronca...yo sigo diciendo que la huelga general (para el contexto de crisis en que estabamos y para la campaña mediática en contra de uno y otro lado)ha tenido un éxito más que razonable.
Otra cosa es que la derecha e izquierda mediática le interese pintar otra cosa conforme a sus intereses.
Sigo diciendo los sindicatos actuales no son sindicatos de clase, ese el el prejuicio que mucha gente de la derecha tiene frente a los sindicatos porque se enfrentan a sus intereses capitalistas.Los sindicatos actuales en todo caso defienden a los trabajadores de este país sean del sector que sean...porque querido Isi, por mucho que queramos pintar otra cosa sigue habiendo patrones/jefes y trabajadores, aunque muchos burgueses insistan en lo contrario.

Isidoro -

Los grandes movimientos sindicales de la historia se correspondían a mercados laborales en que no existía ninguna garantía contra el despido. Por lo que no puedes achacar a la precariedad laboral el fracaso de la huelga en el sector comercial o de servicios.

La clave está en que la retórica de los sindicatos de clase arrastra ya a muy pocos. La alternativa parece ser que haya sindicatos sectoriales o gremiales, como dije. Y en ese contexto, salvo grandísimo desastre legislativo labora, una huelga general es un concepto caduco.

mientrashayaluz -

El problema Isi es que cuando los medios de ultraderecha hablan de una "modernización" de los sindicatos, me temo que ellos no parten de tu mismo punto de vista. Todos esos tertulianos y periodistas (intereconómicos o no) entienden el cambio en los sindicatos de una manera diferente.
Desde mi punta vista el seguimiento en el comercio y hostelería no obedece tanto a lo que tú comentas (aunque no dudo que tengas algo de razón)en primer lugar en ambos sectores hay que tener en cuenta el factor AUTÓNOMOS (que en ningún caso ni estaban representados en esta huelga ni la apoyaban), también hablamos de sectores con condiciones muy PRECARIAS (en muchos casos están sin contrato y con un jefe abusón)consideran que esta reforma no les afecta, y por supuesto no se encuentran representados por los sindicatos.
Yo no creo que los sindicatos actuales mantengan su calificativo de "sindicatos de clase" ni mucho menos.

Isidoro -

Estoy de acuerdo en que hemos asistido a una ofensiva contra CCOO y UGT por parte de una generalidad de medios de comunicación y, especialmente, de derechas.

El ataque, y burla en realidad, a la huelga general convocada por los principales sindicatos por parte del PP y su entorno, especialmente, es intolerable. Lo es porque llevaban ya muchos meses instalados en un gracioso discurso en que se preguntaban el "¿para cuándo una huelga general contra ZP?". Ridículo que ahora que se convoca vuelvan al hostigamiento de la lucha sindical.

Sin embargo esta huelga general demuestra lo que desde hace años es una tendencia obvia: la diversificación del trabajo, la separación del trabajo y la diferenciación de sectores han restado muchísima fuerza a sindicatos de clase como UGT y CCOO. Así se explica que la huelga no tenga apenas seguimiento en el ámbito comercial y de servicios pero sea muy seguida en sectores industriales (Asturias es intensivo en esto). Por esto me parece cuando menos dudoso que la estructura del sindicato de clase tenga ya vigencia. Lo evidencia, además, el auge de los sindicatos sectoriales o gremiales: algo mucho más racional y que en otros lugares, como EEUU, es el sistema que siempre existió. Y esto es más racional en la medida en que la lucha sindical no consiste en una abstracta lucha de clases sino en la pugna de intereses, efectivamente, entre el capital y el trabajador. Pero esa pugna adopta muy diferentes formas, y condiciones, en según qué sectores o ramas de la economía. No debe caérsele a nadie los anillos porque esto sea así: ¿o es que acaso los desempleados no son trabajadores? Pero éstos les importan, por narices, muy poco a CCOO o UGT. Lo lógico es dar el paso de que a los trabajadores de Endesa les importan poco, pues les son desfavorables, los intereses de los mineros leoneses y asturianos. Que unos y otros se sindiquen quedando al margen de superioridades que les lleven a contradicción o perjuicios era cuestión de tiempo.

Vivimos épocas en que es posible contar la gente que va a las manifestaciones mediante sofisticados medios. Ahora las algaradas impresionan mucho menos que hace cuarenta, treinta o veinte años. Que se lo digan a la AVT. Y a las huelgas generales les pasa otro tanto de lo mismo: ya no impresionan porque la gente no se identifica con ninguna lucha abstracta de corte sindical. Es el aburguesamiento o llámalo como quieras. Para los incendiarios asiduos a piquetes malencarados se trata del fin. Requiescat in pace.

Te quiero, revolusionaria :P