Nuevo incidente en la central nuclear de Cofrentes

En los últimos tiempos son muchas las noticias sobre accidentes y fugas en las centrales nucleares, justo en el momento que muchos gobiernos europeos piensan en la alternativa de las nucleares frente al encarecimiento y escasez del petróleo. Pero la energía nuclear nunca debe ser una opción, sencillamente no lo es, es una energía peligrosa y con residuos que obligarían a aumentar los cementerios nucleares. Sigamos diciendo ¿nucleares? NO, GRACIAS.

Por otro lado es obligatorio una reflexión, la hiprocresía de los poderes públicos enarbolando la seguridad de instalaciones peligrosas, tales con Cofrentes, y en otro ámbito Reganos en Ferrol...y la indefensión de la población cercana a dichas instalaciones.

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La central nuclear de Cofrentes (Valencia) ha registrado un nuevo suceso notificable, aunque sin riesgos para los trabajadores, la población o el medio ambiente, consistente en la variación de potencia no programada superior al 20% de la potencia térmica autorizada.

Siguiendo el procedimiento reglamentario, el titular de la central nuclear de Cofrentes comunicó hoy al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el suceso, a las 04:52 horas, con el objetivo de dejar fuera de servicio y reparar la turbobomba de agua de alimentación B.

En el momento de la notificación, la instalación se encontraba al 70% de potencia y el área de mantenimiento estaba preparada para realizar la intervención y su posterior recuperación.

Este es el cuatro suceso que se produce en la central nuclear de Cofrentes en las últimas semanas. El día 10 se abrió una válvula de alivio del circuito primario. Antes, otra variación de potencia no programada que afectó a las instalaciones el pasado 1 de julio y la parada no programada del reactor el 26 de junio debido a la alta presión del mismo.

Greenpeace denunció el pasado día 11 que "la reiteración de fallos técnicos y acumulación de sucesos de seguridad en los últimos meses demuestra el agotamiento de la vida útil" de la central nuclear de Cofrentes.

Fuente DIARIO PÚBLICO