09 de enero de 2009 - 19:24 "Ningún imperio cae, si antes no se destruyó así mismo" Facebook Twitter Whatsapp Email
Isidoro - 09 de enero de 2009 - 21:55 Llevad la carga del Hombre BlancoEnviad adelante a los mejores de entre vosotrosVamos, atad a vuestros hijos al exilioPara servir a las necesidades de vuestros cautivos;Para servir, con equipo de combate,A naciones tumultuosas y salvajesVuestros recién conquistados y descontentos pueblos,Mitad demonios y mitad niños. Llevad la carga del Hombre BlancoCon paciencia para sufrir,Para ocultar la amenaza del terrorY poner a prueba el orgullo que se ostenta;Por medio de un discurso abierto y simple,Cien veces purificado,Buscar la ganancia de otrosY trabajar en provecho de otros. Llevad la carga del Hombre BlancoLas salvajes guerras por la pazLlenad la boca del Hambre,Y ordenad el cese de la enfermedad;Y cuando vuestro objetivo esté más cerca(El fin buscado para otros)Contemplad a la pereza e ignorancia salvajeLlevar toda vuestra esperanza hacia la nada. Llevad la carga del Hombre BlancoNo el gobierno de hierro de los reyes,Sino el trabajo del siervo y el barrenderoEl relato de cosas comunes.Las puertas por las que vosotros no entrareis,Los caminos por los que vosotros no transitareis,Vamos, hacedlos con vuestra vidaY marcadlos con vuestra muerte. Llevad la carga del Hombre Blanco,Y cosechad su vieja recompensaLa reprobación de vuestros superioresEl odio de aquellos que custodiáisEl llanto de las huestes que conducís(¡Ah, lentamente!) hacia la luz;--¿Por qué nos librasteis de la esclavitud,Nuestra amada noche egipcia? Llevad la carga del Hombre BlancoVuestra audacia no va a menosNi llama ruidosamente a la LibertadPara encubrir vuestro cansancio.Por todo lo que deseéis o susurréis, Por todo lo que hagáis o dejéis de hacer,Los silenciosos y descontentos pueblosOs estimarán a vuestro Dios y a vosotros. ¡Llevad la carga del Hombre Blanco!Habéis hecho en días de infanciaEl laurel ligeramente concedido,La fama fácil y sin fundamento;Venid ahora, a buscar vuestra hombría,A través de todos los años no agradecidos,Fríos, aguzados con la costosa sabiduría,El juicio de vuestros pares.
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Isidoro -
Enviad adelante a los mejores de entre vosotros
Vamos, atad a vuestros hijos al exilio
Para servir a las necesidades de vuestros cautivos;
Para servir, con equipo de combate,
A naciones tumultuosas y salvajes
Vuestros recién conquistados y descontentos pueblos,
Mitad demonios y mitad niños.
Llevad la carga del Hombre Blanco
Con paciencia para sufrir,
Para ocultar la amenaza del terror
Y poner a prueba el orgullo que se ostenta;
Por medio de un discurso abierto y simple,
Cien veces purificado,
Buscar la ganancia de otros
Y trabajar en provecho de otros.
Llevad la carga del Hombre Blanco
Las salvajes guerras por la paz
Llenad la boca del Hambre,
Y ordenad el cese de la enfermedad;
Y cuando vuestro objetivo esté más cerca
(El fin buscado para otros)
Contemplad a la pereza e ignorancia salvaje
Llevar toda vuestra esperanza hacia la nada.
Llevad la carga del Hombre Blanco
No el gobierno de hierro de los reyes,
Sino el trabajo del siervo y el barrendero
El relato de cosas comunes.
Las puertas por las que vosotros no entrareis,
Los caminos por los que vosotros no transitareis,
Vamos, hacedlos con vuestra vida
Y marcadlos con vuestra muerte.
Llevad la carga del Hombre Blanco,
Y cosechad su vieja recompensa
La reprobación de vuestros superiores
El odio de aquellos que custodiáis
El llanto de las huestes que conducís
(¡Ah, lentamente!) hacia la luz;--
¿Por qué nos librasteis de la esclavitud,
Nuestra amada noche egipcia?
Llevad la carga del Hombre Blanco
Vuestra audacia no va a menos
Ni llama ruidosamente a la Libertad
Para encubrir vuestro cansancio.
Por todo lo que deseéis o susurréis,
Por todo lo que hagáis o dejéis de hacer,
Los silenciosos y descontentos pueblos
Os estimarán a vuestro Dios y a vosotros.
¡Llevad la carga del Hombre Blanco!
Habéis hecho en días de infancia
El laurel ligeramente concedido,
La fama fácil y sin fundamento;
Venid ahora, a buscar vuestra hombría,
A través de todos los años no agradecidos,
Fríos, aguzados con la costosa sabiduría,
El juicio de vuestros pares.