Blogia
mientrashayaluz

Encuentros (II)

Encuentros (II)

-          Has escogido el peor camino, el de traicionarnos a todos,  si habías perdido ya el amor por esta idea, si habías decidido dejar de luchar, si ya no te emocionaba nuestro emblema….por qué no lo confesaste de frente…y nos hiciste arriesgar hasta la horca, hasta la muerte…cobardemente no eras capaz de evitar el sacrificio o la muerte de tus compañeros…los veías abocados a la muerte y a la desesperación pero cobarde y callado, no decías la verdad…que ya no amabas ni creías en nuestra lucha…

 

-          Yo  no  quería enfrentarme a la vergüenza de deciros que me había cansado de luchar, ni que ya no creía en vuestro ideal.

 

-          Eso no se llama vergüenza, se llama cobardía…el no ir de enfrente, poner a tus compañeros contra la espalda y la pared, arrinconarlos, hacerlos escoger entre traicionarte o una muerte segura…eso no es vergüenza, es ser un cobarde de pies a cabeza…. y lo peor es que acusabas a tus compañeros de cobardes, cuando el único de esa especie eres tú mismo…lo único que me asombra es que no pides perdón por el sufrimiento infringido a aquellos que dieron siempre la vida por ti.

 

-          Señor, es mi decisión, quería abandonar esto, y no sabía cómo, si me enfrentaba al batallón, no sería capaz de abandonar algo que estaba desesperado por hacer, se me murió la idea el amor a esa idea con la que soñamos cuando esta lucha comenzó.

 

-          No se te murió ese amor, se adueñó el miedo de tu alma, cuando tenías que sacrificar algo más que palabras vacías, más bien cuando tenías que dar tu vida, es cuando los amores y las fuerzas desaparecen y mueren….para los cobardes claro…cuando llega la hora de sacrificar las cosas importantes….

 

-          Señor, yo os perdono a todos….

 

-          ¿Cómo? Qué es lo que nos perdonas….primero no te hemos pedido perdón  y segundo no tienes nada que perdonar, más que haber creído en ti, en pensar que eras alguien por el que merecía que arriesgáramos nuestra vida….y cuando nos damos la vuelta nos traicionas…merecerías que te matara aquí mismo…pero yo te perdono la vida…tú a mi rastrojo de basura, no tienes nada que perdonarme…

 

-          Señor, yo no me siento avergonzado por nada.

 

-          Claro que no, los cobardes acusan a los demás, traicionan a quien cree en ellos, abandona a sus compañeros en medio de la batalla, los llevas a la primera línea mientras te escondes seguro en la retaguardia..sabiendo que ellos pueden morir al fuego enemigo…pero que tú jamás, nunca sacrificarías nada de ti, por salvarles la vida, por devolvérselo a sus mujeres, madres e hijas…tú sólo pensabas en tu comodidad, en la idea de que ya no valía nada por lo que se luchaba.

 

-          Señor, yo ya sé…debí mandar esto a la mierda, pero no me atreví…porque no era capaz de enfrentarme a vosotros y dejaros de nuevo en la estacada, así que callé y esperé a que esto reventara…

 

-          A que reventara tu traición hacia nosotros, a que muriéramos todos por salvarte la vida, a que nos rindiéramos acribillados por el fuego enemigo, por ti…sabiendo que tú lo que querías era abandonarnos….TRAIDOR Y COBARDE.

 

-          Señor le disculpo esas palabras..

 

-          Pero tú no entiendes que no quiero que me disculpes nada, por lo que yo no te he pedido disculpas….mírate huesudo, débil, impresentable…y perdonando la vida a los demás, no me hagas reír y no seas rídiculo..en tal caso te perdonaremos nosotros a ti, que no lo vamos hacer…pero no te preocupes..algún día pagarás esto tarde o temprano te arrepentirás de haber traicionado a tus leales compañeros…cuando te encuentres solo…realmente solo…. Porque la gente como tú..se acaba encontrando realmente sola, porque en esta vida, se necesita luchar siempre por algo…pero tú como cobarde, nunca tendrás nada que valga algo…porque abandonarás, SIEMPRE...

 

0 comentarios